La Secretaría de Salud del estado de Querétaro (SESA), se suma a la Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal la cual fue instituida en 2005 por la World Action on Salt and Health (WASH). Este año, se realiza del 14 al 20 de marzo con el lema “Sacude el hábito”, el enfoque es invitar a las personas a eliminar el consumo excesivo de la sal como medida para cuidar o mejorar la salud.
La sal es un nutriente esencial para funciones específicas en el organismo y uno de los principales ingredientes para preservar los alimentos y bebidas. No obstante, su consumo en exceso puede afectar de forma grave la salud.
Con información del Departamento de Obesidad, Diabetes y Riesgo Cardiovascular del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la ingesta de sal superior a lo recomendable altera el funcionamiento de las arterias y, en consecuencia, incrementa el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, que es una de las principales causas de fallecimiento a nivel mundial. Uno de cada diez decesos por enfermedad cardiovascular es atribuible a su alto consumo, lo que equivale a cinco por ciento.
La hipertensión arterial afecta a más de 40 por ciento de las personas adultas; casi la mitad desconoce que la padece. Además, cada vez se desarrolla a edades más tempranas, incluso, se han encontrado casos en niñas y niños de 10 años, debido al consumo excesivo de sal. Habitualmente las enfermedades del corazón se presentaban después de los 20 años.
Asimismo, el consumo excesivo de sal contribuye al desarrollo de cáncer de estómago, enfermedad renal y cerebrovascular, entre otras.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda menos de dos gramos de sodio al día, equivalente a cinco gramos de sal; en México, 85 por ciento de las personas adultas consume entre siete y nueve gramos al día. En niñas y niños debe ser menor a dos gramos; no obstante, se ha detectado que la ingesta es de 2.7 en promedio.
En los Centros de Salud se orienta a la población para que efectúe elecciones saludables, ya que la principal fuente de sodio en la dieta son los productos procesados y ultraprocesados. En ese sentido, el etiquetado frontal de alimentos y bebidas no alcohólicas permite hacer una mejor elección.
El INSP ha documentado que la reducción del consumo de sodio, como resultado de la orientación sobre la elección de alimentos saludables a través del etiquetado frontal, es una de las estrategias más económicas y rentables para disminuir la morbilidad y mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
Los resultados de diversas investigaciones realizadas por el INSP muestran que el etiquetado de alimentos podría contribuir a disminuir 30 por ciento el consumo de sodio. Con ello, se evitarían al año cerca de nueve mil muertes por enfermedad cardiovascular, cinco mil por padecimientos coronarios y mil por infartos.
Existen muchos productos procesados, listos para consumir, donde el sodio no es perceptible, como en los jugos y refrescos.
Es indispensable, desde etapas tempranas de la vida, reducir la sal en los alimentos que se preparan en casa y evitar los productos que contienen grandes cantidades de sodio. Esto requiere fomentar el cambio de comportamiento y aumentar el conocimiento entre las personas sobre la cantidad que deben de consumir para evitar daños en su salud.