Aldo Contró, especialista en historia y políticas de drogas, dejó en claro que no se puede eliminar por decreto el consumo de vapeadores
Aldo Contró, etnohistoriador y especialista en historia y políticas de drogas, ve como algo muy preocupante” el hecho de que se vaya a prohibir en la Constitución el consumo de vapeadores y cigarrillos electrónicos.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga para su espacio en Radio Fórmula, Contró apuntó que este tipo de medidas representa “una profundización y una ampliación del enfoque prohibicionista por parte del Gobierno de México en materia de política de drogas”.
“Lo vemos con preocupación porque esta demostrado históricamente en cualquier sociedad en el último siglo que cuando se implementan políticas prohibicionista, los resultados, además de que son malos, son también contraproducentes, es decidir que se disparan una serie de efectos negativos para las sociedades y los consumidores por aplicar este tipo de políticas”, dijo.
“Prohibiciones de este tipo estimulan el comercio ilícito ya que crean todo un mercado muy jugoso, porque existe la demanda para ese mercado, eso lo hemos visto a través de la historia muy repetidamente”, señaló.
La Comisión de Puntos Constitucionales avaló en la previa adicionar a la Constitución Política prohibir la producción, distribución, comercialización y enajenación de cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas o dispositivos electrónicos análogos que señale la ley, con el objetivo de proteger la salud de la población.
El dictamen, derivado de una iniciativa presentada el 5 de febrero de 2024 por el Ejecutivo Federal y que incluye diversas iniciativas presentadas por diputadas y diputados, fue avalado en lo general con 24 votos a favor y dos en contra; y en lo particular con 21 en pro, 15 en contra y cero abstenciones. Se envió a la Mesa Directiva para efectos constitucionales.
Contró señaló que los resultados de este tipo de medidas prohibicionistas son “malos” y “contraproducentes”.
“Me parece que esta reforma conjunta varias contradicciones, entre las que acabo de mencionar y otras, como por ejemplo plantear la posibilidad de prohibir una serie de actividades relacionadas con drogas que ya están prohibidas. no tiene mucho sentido prohibir lo que ya está prohibido”, indicó.
“Son contradicciones que me llegan a recordar aquella frase de un legislador que dijo ‘qué manera de legislar’”, externó.
El especialista en materia de historia y política de drogas enfatizó que es incongruente lo que argumenta esta iniciativa en San Lázaro an materia de vapeadores y cigarrillos electrónicos.
“Lo que argumenta en esta iniciativa es garantizar el derecho a la salud que existe en México, y si ese fuera el objetivo por qué prohibir un producto que está científicamente demostrado representa riesgos reducidos frente a la combustión, es decir, al consumo de tabaco de manera tradicional a través de los cigarrillos”, indicó.