El coordinador del Grupo Parlamentario del PRI en la LX legislatura, Paul Ospital, ha presentado una iniciativa de reforma al Código Penal del Estado con el objetivo de declarar imprescriptibles los delitos sexuales cometidos contra menores de 18 años. Esta iniciativa toma como referencia la reforma aprobada a nivel federal el pasado 14 de septiembre del presente año.
México, lamentablemente, ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil de los países miembros de la OCDE, con una alta exposición de niñas, niños y adolescentes a abuso sexual en sus comunidades.
Antes de esta reforma, los delitos sexuales contra menores prescribían a los 9 años de haberse cometido, lo que generaba impunidad en numerosos casos. La iniciativa de Paul Ospital busca extender esta medida al ámbito local, asegurando que la justicia no tenga límites temporales cuando se trata de delitos tan graves como los sexuales contra menores.
Al presentar la iniciativa, Paul Ospital hizo mención de la problemática de los delitos sexuales contra menores en México, una trágica realidad que revela una serie de desafíos que afectan profundamente a la sociedad. Los menores, por su naturaleza y desarrollo, se encuentran en una posición particularmente vulnerable frente a estos crímenes atroces. Su falta de experiencia y capacidad para defenderse los convierte en objetivos fáciles para quienes buscan aprovecharse de su inocencia.
A pesar de la gravedad de esta situación, la falta de denuncias es una sombra persistente que oscurece la lucha contra estos delitos. El temor, la vergüenza, la protección familiar, las apariencias y la desconfianza en el sistema legal son barreras que impiden que muchos casos salgan a la luz. La realidad es que la mayoría de estos crímenes quedan en la penumbra, sumergidos en el silencio de las víctimas que no se atreven a alzar la voz.
La alta incidencia de delitos sexuales contra menores en México es alarmante, con miles de casos denunciados anualmente. Sin embargo, la verdadera magnitud de esta problemática se revela en las estimaciones que indican que solo un pequeño porcentaje, entre el 10 y el 20%, de los casos reales llega a ser denunciado. Este bajo reporte sugiere que el número de víctimas es mucho mayor de lo que las estadísticas reflejan, creando un panorama sombrío y desafiante.
El vínculo entre las víctimas y los perpetradores añade una capa adicional de complejidad a esta problemática. En aproximadamente el 60% de los casos, los perpetradores son conocidos por las víctimas, incluyendo familiares, amigos y personas de confianza. Esta realidad trágica subraya la importancia de la concienciación y la educación en las comunidades para prevenir la ocurrencia de estos delitos dentro de los círculos cercanos a los menores.
En Querétaro, la realidad no es menos preocupante, con 230 delitos de violencia contra menores registrados cada año, de los cuales 155 son delitos de índole sexual. Estas cifras reflejan la urgente necesidad de medidas efectivas y reformas legales, como la iniciativa presentada por el diputado local Paul Ospital, para abordar esta crisis y proteger a los menores de nuestra sociedad.
Durante su presentación, Ospital argumento la necesidad de reformar el Código Penal local, aun cuando ya fue aprobada la reforma federal. Paul Ospital explicó que esta reforma busca homologar la legislación local con la federal, asegurando que los delitos sexuales contra menores no prescriban y que la justicia sea pronta y expedita.
La homologación simplifica los procedimientos legales, reduce la complejidad del sistema judicial y contribuye a la seguridad jurídica al establecer reglas claras y consistentes para todos los ciudadanos. Esto garantiza la igualdad ante la ley y evita contradicciones legales entre las leyes federales y estatales.
La lucha contra los delitos sexuales a menores es responsabilidad de toda la sociedad, y el diputado Paul Ospital hace un llamado a la unión en esta causa que afecta a la infancia mexicana.