La reforma al nuevo plan educativo de la SEP busca cambiar ideologías educativas, por lo que causa incertidumbre
Más de 24 millones de estudiantes mexicanos de educación básica vuelven este lunes a clases con un controversial plan educativo piloto del Gobierno con una perspectiva “anticolonial” que cuestiona el “modelo científico eurocéntrico y racista” que se ha “impuesto”.
La reforma al plan de estudios, que la Secretaría de Educación Pública (SEP) implementará este año en 30 escuelas por estado, busca cambiar ideologías educativas, por lo que causa incertidumbre en medio de la crisis de aprendizaje y ausentismo por la pandemia de COVID-19, señalaron expertos consultados por Efe.
La SEP presentó apenas el pasado 16 de agosto el nuevo plan de estudio para educación básica, es decir, de preescolar, primaria y secundaria, que está basado en tres principales pilares, según Maldonado.
“Una es la parte ideológica, otra la parte política y otra la educativa”, enunció.
En la parte educativa, dijo Maldonado, existen muchas dudas sobre cómo va a implementarse, especialmente porque no se conocen los programas específicos de las materias.
Programa piloto
La secretaria de Educación Pública saliente, Delfina Gómez, defendió este lunes el plan piloto en el nivel básico, donde hay cerca de 24 millones de estudiantes, más de 1.9 millones de trabajadores educativos y 232 mil escuelas.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, también celebró el nuevo plan educativo tras considerar que “lo que sucedió a partir de la invasión española, hace 500 años, hace cinco siglos, (fue) desconocer por completo la cultura de los pueblos prehispánicos”.
“Esta es una realidad nueva y no se puede ya aplicar los mismos métodos de enseñanza, no se puede poner vino nuevo en botellas viejas, y hay que revisar planes de estudio e incorporar todo aquello que signifique avance y esté comprobado científicamente y todo aquello que nos haga cada vez más humanos, más fraternos”, justificó.
Este modelo, que se presenta como una reforma “radical y profunda”, también incluye cambios en la forma de evaluar a los alumnos, tales como no calificar las tareas, ni asignar puntos por asistencia o trabajos extraordinarios.
La idea, según la SEP, es que sea la interpretación del aprendizaje de cada alumno lo que finalmente se evalúe.
Marco Fernández, profesor del Tec de Monterrey e investigador de la organización México Evalúa, explicó que la ausencia de orientaciones didácticas claras y la multiplicidad de términos desconocidos por el personal educativo incrementan las dudas sobre la reforma, que impulsa la llamada “nueva escuela mexicana”.
Además, dijo, “es igual de preocupante la falta de acuerdo entre las mismas instancias y titulares de las dependencias educativas acerca del rumbo que tiene que tomar esta reforma curricular”.
Para Maldonado, si bien la integración de los conocimientos, la evaluación y vincular todo esto a la comunidad de los estudiantes no está mal, el problema es la implementación y la capacitación a los docentes y cómo esto va a limitar la experiencia del aprendizaje.
Retrasos tras el COVID-19
Ambos especialistas coinciden en que este nuevo plan podría afectar el combate al rezago educativo ocasionado por la covid-19 y el ausentismo escolar.
Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el cierre de casi 18 meses de las escuelas en México por la pandemia, uno de los periodos más largos del mundo, causó la pérdida de dos años de aprendizaje clave.
Alejandro Catalán Díaz, director de la escuela 51 “Profesor Carlos Benítez Delorme” en Ciudad de México, manifestó su esperanza este lunes de que vuelvan todos sus estudiantes.
“Ya estamos al 100 por ciento. La campaña que está haciendo la Secretaría de Educación Pública es precisamente todos al regreso a las escuelas, que es fundamental estar en actividades presenciales y con las medidas de salud pertinentes”, dijo.
Aunque la maestra Nidia Rivera Moreno reconoció que “aún hay cierto temor”.
“Es ingresar a una nueva etapa, a una nueva normalidad, con los espacios escolares ya con las niñas y los niños. Suponemos que aún hay cierto temor, pero tenemos que aprender a vivir las nuevas normas”, concluyó.