
por el que se propone al Pleno el nombramiento de las personas magistradas electorales locales de 30 estados de la República
El pleno del Senado emitió la convocatoria, el pasado 5 de marzo, para elegir a las magistradas y magistrados electorales. Todos aquellos que desearon participar tenían que cumplir los requisitos que establece la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales. Entre ellos, Tener una experiencia en materia electoral, no formar parte de la dirigencia de ningún partido político los últimos seis años, que no hubieran sido candidatos o candidatas por algún partido político los últimos cuatro años.
Se inscribieron para participar 1017 personas. En principio, todos ellos y todas ellas participaron en la comparecencia para ocupar 56 vacantes en el país en 30 entidades federativas.
Los integrantes de la Comisión de Justicia llevaron a cabo las entrevistas durante cinco días.
Formé parte de la Mesa 4 que, al igual que el resto de las mesas, se conformaron seis mesas, entrevistó a 170 participantes de diferentes estados y pude participar en otra mesa, la 5, con el carácter de senadora con voz, pero sin voto.
Nos sugirió la comisión que llenáramos un formato para acreditar la idoneidad, porque es el sentido que tenían las comparecencias. La propia comisión nos lo entregó. Sin embargo, nunca se solicitó la información de ese formato.
Finalmente, se decidió como elegibles a todas las personas que estaban inscritas a participar, salvo aquellas que a lo mejor no cumplían con la documentación, en algunos casos certificadas, o que bien se trataba de magistrados en funciones electos por este Senado.
Simple y sencillamente se estableció la idoneidad de prácticamente todos aun cuando algunos no contaban con la documentación suficiente, o incluso incurrían en algún supuesto que los hacía inelegibles.
Se eligió a 1017 personas que participaron de buena fe, enviaron sus documentos, participaron en las comparecencias, prepararon sus comparecencias, con la esperanza legítima de ser considerados o consideradas idóneas para ser magistradas electorales.
Sin embargo, tanto la convocatoria como las comparecencias, incluso la votación hoy aquí en el Pleno del Senado, es una simulación, es una farsa.
Los que van a ser magistrados electorales ya habían sido elegidos previamente, y no por este Senado de la República, esto es un teatro.
Morena quiere tener el control total de las autoridades electorales locales, porque van a ser las que van a dirimir cualquier controversia entre candidatos, entre partidos, en el próximo proceso electoral.
Morena pretende quedarse con el control total y absoluto de los tribunales electorales. Ésta es la democracia con la que vamos a participar en el próximo proceso electoral.
Por eso, el Grupo de Acción Nacional vota en contra. No más farsa, no más simulación no sólo a los integrantes de este Senado, sino hay que tener respeto por las personas que, de buena fe, deciden participar y creen en la seriedad de esta institución, que es el Senado de la República.
¡Qué pena!