El año nuevo chino es de fecha cambiante y no fija, ya que los chinos no manejan un calendario solar como en occidente, sino uno lunar, por lo que el año cambia en la segunda luna nueva después del equinoccio de invierno.
Al igual que el pueblo judío, los chinos no se basan en el nacimiento de Jesús de Nazaret para definir históricamente en qué año estamos, así es que para los chinos estamos en el año 4721. Para los judíos estamos en el año 5784.
Cada año (no cada mes como en occidente), corresponde a uno de los 12 animales del zodiaco chino: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo. Según la leyenda, estos son los animales que acudieron al llamado de Buda para transmitirles su sabiduría, antes de morir. Cada año tiene las características de personalidad de cada animal y de alguno de los elementos fundamentales.
El año del dragón es muy especial para los chinos, pues es el único animal de fantasía del zodiaco y se caracteriza por su gran fuerza y por el cambio. Este año del dragón de madera requiere liderazgo y actitud de renovación, para quienes así lo asuman, será un año muy venturoso, propicio para cerrar ciclos e iniciar con éxito ciclos nuevos; será un año de logros y para concretizar.
¿Por qué es importante el año nuevo chino? Porque el mayor porcentaje de la población del planeta son chinos, de tal manera que el 18.25% de la población mundial está celebrando hoy el año nuevo con la llamadas Fiestas de la Primavera que duran 15 días. En estas fiestas, todos los años, los chinos sacan a bailar a las calles, representaciones de dragones para ahuyentar a los malos espíritus y atraer la buena suerte. También se limpian las casas para sacar la energía vieja y se regalan cosas rojas para llamar a la abundancia.
Feliz año del dragón 🐉 de madera para todos!
Claudia Asúnsolo Rivera, productora y del programa Evolución 20-24 de Radio Passion US.