Hoy, la enorme riqueza cultural de Tequisquiapan, la disfruta nuestro pueblo.
Las luces de nuestro árbol artesanal se encendieron para iluminar la esperanza de nuestro pueblo, los sueños de cada familia y el legado ancestral de todos los artesanos que con sus manos embellecieron el jardín principal y tejieron la identidad que con orgullo nos hace ser quienes somos.
Gracias a todas y todos por acompañarnos en esta noche mágica de armonía y de unidad, a nuestra escuela Secundaria Enrique C. Rebsamen por compartirnos su gran talento musical y a todo el equipo de trabajo que hizo posible esta experiencia inolvidable. Hoy, la enorme riqueza cultural de Tequisquiapan, la disfruta nuestro pueblo.